Salarios 2014: gremios desafían "Plan Kicillof" con piso de
aumentos del 30% y cláusulas gatillo
Las primeras paritarias
dejan en claro que quedó prácticamente "knock out" el intento de
moderar incrementos usando como argumento el acuerdo de precios y el nuevo
índice INDEC. El contexto luce difícil para un Gobierno que busca un "ancla"
para los precios.
Por Juan Manuel Barca-Fernando Gutierrez
“Como esos boxeadores que quedan groggy
ya en el primer round, los funcionarios del Gobierno no logran hacer pie con su
estrategia para moderar los salarios durante 2014”
*Plantearon acuerdos de larga duración
y los gremios presionan para que se establezcan actualizaciones cada vez más cortas.
*Preparan un nuevo índice
inflacionario con el objetivo de que se convierta en la referencia a la hora de
negociar salarios, pero antes de su debut los sindicatos y los economistas ya
ponen en duda su confiabilidad.
*Presentan un nuevo acuerdo de precios
para crear la sensación de estabilidad en el mercado, pero en su mismo debut ya
hay denuncias de escasez, acusaciones de precios inflados y vaticinios
pesimistas sobre sus probabilidades de éxito.
*En el colmo del "efecto
boomerang", la iniciativa de "precios cuidados" llevó incluso a
que algunos dirigentes plantearan la necesidad de una revisión trimestral de
los niveles salariales, dado que esa es la frecuencia con la que será ajustado
el listado de la canasta.
En ese marco, lejos de ver a este nuevo
acuerdo como una esperanza, la flamante lista fue interpretada por los gremios
como una "señal de guerra". En respuesta salieron a pedir aumentos
salariales no menores al 30% y cláusulas gatillo para reabrir las
negociaciones, en caso de dispararse la inflación.

"Los acuerdos de precios van por
un lado y las paritarias por otro. Los empresarios alimenticios pueden hacer un
convenio por 120 días porque hicieron un colchón, nosotros no porque somos
asalariados y queremos recuperar lo que perdimos", advirtió a iProfesional
el vocero de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), Mario Calegaris.
El gremio, que integra la CGT
oficialista y negocia en estos momentos un aumento para los choferes de larga
distancia, deslizó así una queja cada vez más compartida entre la dirigencia
cercana al Ejecutivo: la pérdida de poder adquisitivo en 2013, ya que la
mayoría cerró en promedio ajustes del 24% escalonados, cuando la inflación
anual fue de entre 25% y 30%, medida por privados.
Menos diplomático, Moyano difundió la
semana pasada un comunicado en el que denunció un "ajuste" y
"sinceramiento brutal". Así se refirió a las últimas medidas
económicas tomadas por la Rosada, "con llamativa ausencia y silencio de la
primera mandataria", entre las cuales mencionó el "blanqueamiento de los
aumentos en alimentos y desaparición del congelamiento de precios".
Una realidad bien
distinta a los planes
Lo cierto es que el panorama que se
abre para las paritarias está casi en las antípodas del que Kicillof -un devoto
de la planificación de todas las variables- había imaginado en noviembre,
cuando asumió el cargo de ministro.
En aquel momento, gracias a la
expectativa generada respecto de un cambio que corrigiera las distorsiones de
la economía, todavía se podía pensar que existía la posibilidad de un plan para
"bajar la nominalidad" de precios y salarios y cortar así el
"efecto inercial" de la inflación.
Fuente: iprofesional.com
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